La multinacional Coca-Cola anunció que empezará a vender café a través de expendedoras en México, como primera escala antes de su desembarco total en América latina. Y lo hará a través de su marca Blak, una bebida de café, que se pondrá a la venta en 900.000 establecimientos por todo el territorio azteca. Según dicen en Coca-Cola México, la categoría de "café al paso" tiene un mercado potencial de 1.500 millones de litros al año. Por eso, intentarán disputar el terreno en el que Nescafé es líder absoluto: el de las máquinas de vending instaladas en kioscos, edificios públicos o estaciones de servicio. El café Blak, de Coca-Cola, está presente en distintos países y con diferentes formatos: en Francia, se lanzó hace cinco años, empaquetado en las clásicas botellas contour revestidas de color marrón oscuro. La bebida tiene esencia de café y otros aromatizantes y, al verterla en el vaso, produce una espuma similar a la de un espresso. El Blak también se lanzó, con distinta suerte, en Japón, India, Singapur, Noruega, Alemania, Canadá, Sudáfrica, Kenia y USA.
